Primero muerta, Asesinos de mujeres en el Perú fue publicado en el año 2019 por la editorial Planeta. El libro se basa en cinco casos de feminicidios que su autora, Lorena Álvarez, investigó a raíz de su experiencia como víctima de violencia de género. Álvarez es una periodista especializada en medios audiovisuales, estudió Ciencias y Artes de la comunicación en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Además, tiene estudios de posgrado en ciencias políticas; se encuentra actualmente trabajando como presentadora del noticiero 90 matinal en el canal Latina. La autora tuvo como motivación para escribir el libro "señalar las múltiples y variadas formas en que esta sociedad le falla a sus mujeres" (p. 7). Nosotros tenemos como propósito de realización de esta reseña sensibilizar a toda nuestra comunidad de San Juan de Lurigancho acerca de las miles de víctimas de feminicidio de nuestro país y la falta de justicia ante estos casos.
Entre las ideas más importantes que Lorena Álvarez propone está que las mujeres que viven maltratos físicos y psicológicos no denuncian por miedo a sus agresores, por la falta de empatía por parte de las personas y la falta de justicia que hay en el país ante aquellas denuncias. En palabras de la autora:
Suele pasar que muchas mujeres no denuncian a sus agresores por miedo a las amenazas, porque ven en los medios que mujeres que tuvieron el valor de denunciar terminan asesinadas y que los victimarios regresan a cumplir con lo prometido ante la impavidez de las autoridades. La intimidación funciona como el mejor antídoto para que las mujeres no denuncien. Y la impunidad como el mejor aliciente para que los agresores sigan atacando y vejando a mujeres porque saben que el sistema no los alcanzará. Un círculo perfecto. (p. 76).
En otras palabras, la autora quiere decir que a menudo las mujeres temen denunciar los abusos debido a la ineficiencia del sistema judicial, la falta de empatía, la desconfianza generada y las amenazas de sus agresores. Opinamos que lo señalado por Álvarez es una lamentable realidad que afecta de gran manera a las mujeres, puesto que esta situación no solo prolonga la injusticia, sino que también destruye la confianza en las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley. Por ejemplo, en Áncash una mujer agredida por su pareja en Casma no lo denuncia por temor. Según el fiscal provincial Edwin Ramos, a cargo del caso, reveló que la mujer agredida se encuentra escondida y se niega a presentar una denuncia por temor a su pareja, quien tiene cinco denuncias (Rpp, 2020). Es trascendental fortalecer el sistema de justicia con medidas verdaderamente drásticas para garantizar la protección y seguridad de las víctimas de violencia y que puedan denunciar sin ningún temor. Además, se debe promover la educación en la sociedad para la igualdad de género. ¿Cómo podemos frenar estos miedos y amenazas por parte de las víctimas para reducir la impunidad de violencia de género?
Otra idea de Álvarez es la tardía presencia de la justicia con respecto a la sanción por los casos de acoso, y por consecuencia, feminicidios ocurridos antes del año 2018. En palabras de la autora: “Hasta diciembre del 2018, el acoso no era un delito reconocido en nuestro Código Penal, pero su brutalidad y extrema peligrosidad le costó la vida a una mujer y tiene a miles en situación de pánico y terror constante.” (p. 139). En otras palabras, la autora quiere decir que antes del 2018 el acoso no era reconocido como un delito, por ende, no estaba tipificado en el Código Penal. Sin embargo, su brutalidad y extrema peligrosidad se manifestaron en la pérdida de la vida de Eyvi Agreda, lo que ha dejado a miles en una situación de pánico y terror constante. Se define el acoso como delito cuando una persona de forma repetida busca asediar o intimidar a otra. Lo cual puede afectar de forma negativa el desarrollo de la vida diaria de la víctima (Anónimo, ACOSO). Estamos de acuerdo con la autora, puesto que, a pesar de haber casos de acoso en nuestro país tuvo que pasar una tragedia como la muerte de Eyvi Agreda para que sea considerado como delito. Es crucial que se promueva un cambio cultural profundo que reconozca y valore la gravedad del acoso y otras formas de violencia de género. La justicia debe estar alineada con los principios de igualdad y protección, asegurando que todas las personas puedan vivir sin miedo y con seguridad. ¿Por qué la sociedad y el sistema legal necesitaron que ocurriera una tragedia tan grave, como la pérdida de una vida, para reconocer el acoso como un delito en el Código Penal?
Una idea que nos llamó la atención es la compleja realidad que viven algunas mujeres víctimas de violencia física y psicológica por parte de sus agresores, destacando de esta manera la dificultad que tienen las víctimas para reconocerse a sí mismas como tales. Como refiere textualmente la autora: “Hay víctimas a quienes les resulta muy difícil asumirse como tales. Por más que pasen los años, por más que lo vean en las noticias tras haber degollado a una mujer, prefieren negar cualquier tipo de agresión a mirarse en ese espejo y asumir los cuestionamientos de la sociedad por haberse quedado calladas.” (p. 211 - 212). Tomando en cuenta lo anterior, la autora señala que algunas mujeres que sufren de violencia enfrentan dificultades para asumir su condición de víctimas. A pesar del paso del tiempo y de la evidencia clara de la agresión, se resisten a enfrentar las preguntas de la sociedad por su silencio. La necesidad de poder realizar una denuncia de forma segura se está haciendo importante cada día. Muchos son los casos de retiradas de denuncias, de procesos que finalizan en absoluciones, de órdenes de protección inexistentes o ineficaces, lo que manifiesta una clara necesidad de mejora en los mecanismos de intervención.
Creemos que Álvarez tiene razón porque muchas de las víctimas prefieren el silencio en vez de alzar su voz ante una agresión. Esto por querer evitar los prejuicios de la sociedad y sin darse cuenta están tomando una actitud masoquista frente a sus agresores. Según la página Vivir sin miedo, la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales 2019 (ENARES), casi el 30% de peruanos/as considera que, si una mujer falta el respeto a su esposo o pareja merece un castigo, es decir, justifican la violencia. Esta carga social sobre las mujeres, “el qué dirán”, sólo refuerza la decisión de continuar en silencio o tardar más en denunciar. Este tema es importante porque debemos comprender que la propia victimización es un proceso muy complejo para las víctimas y en muchos casos, implica una lucha interna contra el miedo, la vergüenza y la culpa, ya que la falta de apoyo y la presencia de estigmatizaciones pueden incrementar el sentimiento de impotencia y la negación de la propia situación. ¿Cómo podemos como sociedad crear un entorno empático y solidario que permita a las víctimas de violencia sentirse seguras y apoyadas de romper su silencio?
En definitiva, Primero Muerta es un libro interesante y fundamental para conocer la realidad de las mujeres víctimas de violencia en nuestro país, en sus páginas podremos encontrar múltiples casos de feminicidios y asimismo, ideas principales que nos permiten ahondar más en sus causas y algunos factores biológicos que originan estos incidentes. Destacamos tres ideas fundamentales sobre el libro: muchas mujeres que sufren maltratos físicos y psicológicos no denuncian por miedo a sus agresores; la ineficiencia que existe en la justicia ante los casos de acoso y feminicidio; y por último, la dificultad de muchas mujeres en reconocerse a sí mismas como víctimas por temor a ser jugadas y mal vistas por la sociedad. Por consiguiente, invitamos a revisar, analizar y compartir sus valoraciones sobre este importante libro.
Referencias Bibliográficas:
Álvarez, L. (2019). Agradecimientos. En Primero Muerta. Asesinos de mujeres en el Perú (pág. 7). Editorial Planeta.
Álvarez, L. (2019). Feminicida con fuego: Carlos Hualpa Vacas & Esneider Estela Terrones. En Primero Muerta. Asesinos de mujeres en el Perú (pág. 139). Editorial Planeta.
Álvarez, L. (2019). Feminicida: Víctor Hugo Soto Mija. En Primero Muerta. Asesinos de Mujeres en el Perú (págs. 211 - 212). Editorial Planeta.
Álvarez, L. (2019). Feminicidas infantiles: César Alva Mendoza & Michael Oscco Quispe. En Primero Muerta. Asesinos de mujeres en el Perú (pág. 76). Editorial Planeta.
Anónimo. (s.f.). ACOSO. ConceptosJurídicos. https://www.conceptosjuridicos.com/pe/acoso/
Rpp Noticias. (21 de Diciembre de 2020). Áncash: Mujer agredida por su pareja en Casma no lo denuncia por temor, según fiscal. Ap Noticias. https://www.apnoticias.pe/video/rpp-noticias/ancash-mujer-agredida-por-su-pareja-en-casma-no-lo-denuncia-por-temor-segun-fiscal-11460
Vivir sin miedo. (s.f.). 8 RAZONES POR LAS CUALES LAS MUJERES NO DENUNCIAN LA VIOLENCIA. Vivir sin miedo. https://vivirsinmiedo.pe/8-razones-por-las-cuales-las-mujeres-no-denuncian-la-violencia/
Zurita, B. (24 de Noviembre de 2021). ¿Por qué las mujeres no denuncian la violencia de género? POR TI MUJER. https://asociacionportimujer.org/por-que-las-mujeres-no-denuncian-la-violencia-de-genero/
GRUPO 13:
INTEGRANTES:
Cecibel Huaman Cango
Anjeli Medrano Castillo
Eomer Hair Soriano Camacho
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