Primera Muerta: Asesinos de Mujeres en el Perú fue publicado en 2019 por la editorial Planeta. Su autora, Lorena Álvarez, es una periodista, escritora y presentadora con una destacada trayectoria en el canal Latina. Con este libro, Álvarez busca generar un cambio en la sociedad peruana al relatar casos de feminicidios y compartir su propia experiencia. Su propósito es evidenciar las ineficacias del sistema de justicia peruano en el manejo de estos casos a lo largo de los años. Con una narrativa potente y comprometida, Álvarez nos invita a reflexionar sobre la urgente necesidad de reformas en la protección y justicia para las mujeres en el Perú. Asimismo, nosotros buscamos generar conciencia social y fomentar un cambio en los sistemas de seguridad a la mujer en nuestro país.
Una idea que nos llamó la atención de Lorena Álvarez es que nos expone cómo los medios de comunicación de manera inconsciente ayudan al siguiente agresor, dando detalles del feminicidio y termina siendo, en palabras de la autora el manual del crimen gratuito (293). Así, Álvarez reflejó una profunda preocupación sobre cómo los medios de comunicación pueden contribuir a la perpetuación de la violencia de género al cubrir los feminicidios. Al detallar cada aspecto del crimen, exponiendo la manera en la que implementó ciertas herramientas en la escena del crimen, los medios podrían estar proporcionando información detallada y potencialmente inspiradora para futuros agresores, Y es verdad que hoy en día se ve reflejada una preocupación crucial sobre el papel de los medios de comunicación en la cobertura de los feminicidios, ya que, al poner los detalles más impactantes y sensacionalistas de estos crímenes como la descripción de los actos violentos, podría ser interpretado de maneras distintas por los televidentes. Por ejemplo, en noviembre del año pasado, una mujer sufrió un intento de feminicidio por parte de su expareja, esta sería la cuarta vez que el agresor lo intentaría. En las anteriores ocasiones el medio de comunicación narró a detalle como había sucedido tal acto sin importarle la integridad de la víctima (Infobae, 2024). Por ello, creemos que se debería incomunicar escenas o casos puntualmente de carácter muy frívolo; ya que los medios de comunicación al tener todo tipo de audiencia no saben quiénes y cómo manejarán la información, nos anima a pensar profundamente sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad y su impacto en la violencia de género. La información detallada sobre el feminicidio, por muy bienintencionada que sea, puede tener importantes efectos negativos, incluido el potencial de inspirar a futuros perpetradores. Dicho lo anterior, es fundamental que los medios revisen sus enfoques y adopten prácticas que informen de manera responsable, respeten la dignidad de las víctimas y ayuden a prevenir la violencia, más no a perpetuarla. La ética periodística y la responsabilidad social siempre deben guiarnos al cubrir temas tan sensibles y críticos. ¿Cuál creen que sería el enfoque ético de los medios de comunicación al cubrir casos de feminicidios?
Entre las ideas más importantes que menciona la autora es que la intimidación disuade a las mujeres de denunciar, mientras que la impunidad alienta a los agresores a continuar con sus ataques, creando un ciclo destructivo (pág. 93). De este modo, la autora resalta que, la intimidación actúa como una poderosa barrera que disuade a las mujeres de denunciar la violencia que sufren, la combinación de intimidación e impunidad crea un entorno peligroso para las mujeres que sufren violencia. Sugiere que la falta de justicia efectiva y la sensación de que denunciar puede resultar en represalias, mantienen a las víctimas atrapadas en un ciclo de miedo y silencio. A esta acción la definimos como Violencia emocional, la cual es un tipo de violencia que no daña a través de golpes sino mediante humillaciones, amenazas y entre otras acciones que destruyen emocionalmente, influyendo así en la seguridad de la violentada, volviéndola autodestructiva, autoestima baja e inestabilidad (Suarez, 2022). A causa de esto, creemos que la intimidación actúa como una barrera de peligro; el miedo a represalias, al estigma social o a no sentirse protegidas, puede llevar a muchas mujeres a permanecer en silencio, permitiendo que esto continúe. Por otro lado, la impunidad en ellos les da una sensación de poder y control sobre sus víctimas, ya que saben que es poco probable que enfrenten consecuencias legales por sus acciones, puesto que, envía un mensaje alarmante a la sociedad de que la violencia de género no es tomada en serio por el sistema judicial. Este círculo vicioso perpetúa la injusticia, dejando a las víctimas vulnerables y permitiendo que los abusadores continúen con su abuso. Por ende, romper este ciclo requiere un sistema de justicia fuerte y un apoyo integral a las víctimas, promoviendo un entorno donde la denuncia sea segura y efectiva, y los agresores sean responsabilizados por sus actos. ¿Cómo creen que se podría romper el ciclo de intimidación e impunidad que perpetúa la violencia contra las mujeres?
Otras de las ideas más importantes nos hablan de cómo existen conexiones del sistema de justicia con los agresores, librándose de toda medida judicial, resguardándose tras los que se supone que imparten el orden en nuestro país (pág. 49). Asimismo, la autora recalca que existe una preocupación sobre la corrupción en el sistema de justicia, en donde los sujetos de ley están de alguna manera relacionados con los agresores, esto significa complicidad o incluso un acto de impunidad. De esa manera, debilita la confianza de la sociedad, creando así sensación de injusticia en la población. Seguido de esto, nosotros destacamos profundas preocupaciones sobre la integridad del sistema de justicia y su relación con los delincuentes. Es por ello, que lo relacionamos con la realidad de que existe la corrupción en que las fuerzas del orden pueden llegar a acuerdos con los delincuentes, lo que conduce a la impunidad y socava la confianza en la justicia. Por ejemplo, el 14 de marzo de 2018, Sheyla Torres Aguilar fue asesinada a los 19 años por su ex enamorado Romario Aco Rodríguez, quien abusó sexualmente de ella y luego la degolló, a pesar de las violaciones y del cruel acto de feminicidio, el Poder Judicial lo condenó a 15 años de cárcel, cuando la pena era de 25 años, a la fiscalía no le importo como se privó de la vida a una persona, acabando todos su sueños y proyectos de vida (La República, 2020). Este un poderoso recordatorio de la necesidad de mantener la independencia e imparcialidad de nuestro sistema judicial para garantizar que la ley trate a todos de manera justa. Por ello, la importancia de la equidad y la objetividad en el sistema jurídico. Cuando quienes se supone deben proteger la ley se asocian con quienes la infringen, se debilita la confianza en el sistema y se perpetúa la injusticia. Nos recuerda la necesidad de una supervisión sólida, una rendición de cuentas transparente y reformas continuas para garantizar la justicia para todos, independientemente de su estatus o influencia. La lucha por un sistema legal verdaderamente justo y equitativo es esencial para el funcionamiento de una sociedad democrática y ética. ¿Cómo podemos abordar eficazmente el nexo entre el sistema de justicia y los delincuentes para garantizar la imparcialidad y la rendición de cuentas en nuestro país?
En conclusión, Primero Muerta es un libro interesante que expone los casos de feminicidio más impactantes en nuestro país, entre sus páginas muy explícitas nos permiten sensibilizar y reflexionar sobre las medidas, causantes, indignación y la falta de compromiso del Estado. En sus páginas encontramos ideas fundamentales que nos lleva a exteriorizar sobre los casos de feminicidios de mayor impacto social en el Perú. Consideramos tres ideas fundamentales: primero, los medios de comunicación, al detallar feminicidios, pueden inspirar a futuros agresores, subrayando la necesidad de una cobertura responsable que respete la dignidad de las víctimas, segundo, la intimidación disuade a las mujeres de denunciar la violencia, mientras que la impunidad alienta a los agresores, creando un ciclo de violencia de género y tercero, la corrupción en casos de feminicidio de parte del sistema judicial , quienes socavan la confianza en la justicia y perpetúa la impunidad. En conjunto, animamos a sumergirte en este libro para compartir deducciones, inferencias y más.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
PRIMERO MUERTA. ASESINOS DE MUJERES EN EL PERÚ - LORENA ALVAREZ | Alibrate. (2019, 19 julio). https://www.alibrate.com/libro/primero-muerta-asesinos-de-mujeres-en-el-peru/5e73c771c89bec059b89df68
República, L., & República, L. (2020, 30 noviembre). Más de dos años en búsqueda de justicia por el feminicidio de Sheyla Torres. La República.pe. https://larepublica.pe/sociedad/2020/11/30/mas-de-dos-anos-en-busqueda-de-justicia-por-el-feminicidio-de-sheyla-torres
Suarez, T. (2022, 22 agosto). Campaña contra la violencia psicológica busca romper el silencio de víctimas - Noticias - Adventistas. Noticias - Adventistas. https://noticias.adventistas.org/es/campana-contra-la-violencia-psicologica-busca-romper-el-silencio-de-victimas/
Soto, B. G. (2024, 2 julio). Tentativa de feminicidio en VES: mujer denuncia ataques de su expareja pese a contar con medidas de protección. Infobae. https://www.infobae.com/peru/2024/07/02/tentativa-de-feminicidio-en-ves-mujer-denuncia-ataques-de-su-expareja-pese-a-contar-con-medidas-de-proteccion/
Santa cruz Alzamora, Ariana Mabel
Miranda Pumajulca, Cielo Marina
Vélez de villa Condori, Diego Alonso
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